Según un investigador del Instituto Balseiro, la clave está en desplazar el uso de electrodomésticos fuera de las "horas pico" de consumo
Nora Bär
LA NACION
LUNES 28 DE DICIEMBRE DE 2015 •
En el hogar de los Juanicó, el uso de aparatos de alto consumo, como el lavarropas o el lavaplatos, está estrictamente regulado. "El último que se va a dormir sabe que tiene que dejar el temporizador programado para que se pongan en funcionamiento a la una o dos de la madrugada, cuando la demanda de electricidad cae -asegura Luis, doctor en ingeniería nuclear formado en el Balseiro y hoy docente de ese Instituto en el Centro Atómico Bariloche e investigador del Conicet-. Si todos hiciéramos lo mismo, especialmente en la Capital Federal y el Conurbano, se podrían evitar todos o casi todos los cortes de electricidad."
Juanicó, especialista en eficiencia energética y energías renovables (entre muchas otras distinciones, fue premiado por su diseño de calefones de alta eficiencia y bajo costo, colectores y cocinas solares), analizó el uso de dispositivos hogareños y llegó a conclusiones sorprendentes. "Un consumo inteligente puede hacer que una familia gaste entre 20 y 40 veces menos energía -explica-. Tenemos el parque generador para abastecer la demanda, pero el problema es que en el AMBA viven 15 millones de personas y no se invirtió lo suficiente en el sistema de distribución. Sin embargo, si se desplaza el uso de electrodomésticos de alto consumo a momentos en los que la demanda es menor, es posible evitar los cortes de electricidad."
Es sabido que en los últimos años se multiplicaron los aparatos de aire acondicionado, las jarras eléctricas para calentar agua, y hasta un 10% de los edificios ya poseen cocinas y hornos eléctricos. "Desde hace una década, el consumo de electricidad se multiplicó por cinco", subraya el científico. Y traza un rápido esquema de cómo llega la energía a nuestras casas. "Las centrales eléctricas confluyen a través del sistema interconectado nacional que abastece a todo el país. La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) transfiere la energía a Edenor y Edesur, que se ocupan de distribuirla barrio por barrio, edificio por edificio y hogar por hogar. Desde el Comahue llegan a Buenos Aires y el Conurbano 500.000 voltios (o 500 kilovoltios); es decir, alta tensión -explica Juanicó-. Dentro de los barrios circulan 13,2 kilovoltios o media tensión; a cada esquina llegan 2300 voltios, y baja a 220 voltios en las casas y a 380 voltios en las fábricas. Se utilizan muchísimos transformadores colocados a través de la ciudad, una buena cantidad en nichos subterráneos, con muy poca ventilación, lo que de por sí aumenta el calor. Cuando todos prendemos nuestros artefactos al mismo tiempo, la temperatura en los transformadores sube y puede hacer que se rompan. Después, el arreglo tarda y los perjuicios se multiplican."
Ránking de "villanos"
Entre los electrodomésticos relevados por Juanicó, los indiscutibles "villanos" son el lavarropas y el lavavajillas, que por trabajar con agua caliente consumen hasta 3000 w (vatios) cada uno. Están al tope del ránking junto con el termotanque eléctrico.
Con respecto al aire acondicionado, hay que tener en cuenta que aunque el motor funciona a 1500 o 2000 vatios, si se coloca a 24 grados, se enciende alrededor de un tercio del tiempo, pero si se fija en 18 grados un día de mucho calor, no se apaga casi nunca.
"Esto quiere decir que si uno tiene 100 aires acondicionados funcionando a 24 grados, para la red eléctrica es como si funcionaran 33 en continuado. En cambio, a 18 grados, el termostato pasa a funcionar el 90% del tiempo y es como si estuvieran 70 aparatos constantemente prendidos -ilustra-. A veces me dicen que a 24 grados no se siente la diferencia, pero lo que sucede es que si bien bajan la temperatura del aire, como las casas se construyen sin aislación térmica, las paredes pueden alcanzar temperaturas de hasta 50 grados. Por eso es recomendable ventilar en horas de la mañana y en ambientes orientados a la sombra."
De acuerdo con datos de Cammesa, las horas pico del consumo eléctrico se producen entre las 13 y las 17.30 (cuando la temperatura es más elevada y hay un alto uso de acondicionadores de aire en hogares y oficinas), y entre las 19 y las 22.30, durante el regreso al hogar.
"Una freidora representa 2000 vatios -prosigue Juanicó-. No es recomendable usarla durante un día de 35 o 38 grados, y sobre todo a la tarde. En todo caso, hay que esperar a las 10 de la noche."
Tres grupos de artefactos
Según el investigador, se podría agrupar los artefactos domésticos en tres grupos, de acuerdo con su incidencia en el consumo de energía
"La electrónica es muy poco «peligrosa» -subraya-. Un router wi-fi consume 6 vatios; una lamparita de bajo consumo, de 15 a 20; una computadora de escritorio, 100 vatios, y una laptop, 50; un ventilador de techo, entre 50 y 60 vatios, un televisor LED, 50 o 60 vatios; y una radio, 10 vatios. Después, están los de peligrosidad mediana. Pequeños electrodomésticos, como batidoras, licuadoras, procesadoras, que consumen 200 a 300 vatios. Los que más incidencia tienen son los aparatos que se usan para generar frío o calor; especialmente, para calentar agua. Una cafetera gasta entre 900 y 1000 vatios; una wafflera, 800 vatios, una tostadora o una plancha chica, también alrededor de 800 vatios, pero las planchas modernas de vapor van de 1000 a 2.300 vatios. El lavarropas, cuando se usa con agua caliente, gasta alrededor de 3000 vatios; un termotanque, de 2000 a 3000. La heladera consume 200 vatios, pero está la mitad del tiempo prendida y la mitad, apagada. Es decir, que un hogar normal, con la electrónica prendida, heladera y dos ventiladores, consume 500 vatios. Si además tiene dos equipos de aire acondicionado a 24 grados, puede llegar a 2000. Pero si agrega electrodomésticos y los acondicionadores están a 18 grados, puede multiplicar por diez esta cifra."
Todos pueden ayudar con muy poco
Y concluye: "Tenemos que empezar a vivir más conectados con nuestro entorno: mirar por la ventana al levantarnos y, si va a hacer calor, dejemos el uso del lavavajillas y del lavarropas para la madrugada o la mañana temprano. La palabra clave es el horario. En este caso, ser solidario hace la diferencia. Tenemos en nuestras manos la solución real del problema. y sin perder calidad de vida".
http://www.lanacion.com.ar/1857590-como-evitar-cortes-de-energia
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